miércoles, 22 de junio de 2016



Buenas prácticas para el cuidado del suelo




Las funciones de los suelos pueden ser afectadas por procesos de degradación reversible o irreversible, que deben ser encarados con enfoques de manejo diferentes. La degradación irreversible de los suelos por erosión eólica o hídrica es la de mayor peligro, ya que afecta la estructura misma del suelo. Los procesos reversibles (como las deficiencias en elementos como el nitrógeno, fósforo y azufre) pueden volverse graves si no son correctamente manejados.





  • Existen dos tipos de contaminación que pueden repercutir en la estructura y formación del suelo: contaminación natural (que frecuentemente es endógena) y la contaminación antrópica (totalmente exógena).
  • Como bien sabemos, y tal y como comentamos al comienzo de esta nota, los diferentes fenómenos naturales pueden ser causas importantes de la contaminación del suelo.
  • Por poner sólo un ejemplo, un volcán activo puede ser capaz de aportar mayores cantidades de sustancias externas y contaminantes que varias centrales térmicas de carbón juntas.








La contaminación del suelo

 puede tener una amplia variedad de causas. Algunos de los motivos más frecuentes son:
  • el uso de pesticidas en la agricultura
  • la ruptura de tanques de almacenamiento subterráneo
  • filtraciones desde zonas de rellenos sanitarios o vertederos
  • acumulación directa de desechos de productos industriales
  • Los químicos más comunes que son responsables de la contaminación del suelo son:  derivados del petróleo, pesticidas, solventes y otros metales pesados. Éste fenómeno es una consecuencia del alto grado de industrialización, la cada vez más creciente utilización de químicos y la falta de gestión y control por parte tanto de las empresas como de los mismos gobiernos de los distintos países.
  • Cuando la contaminación del suelo llega a un nivel crítico,  se afecta el equilibrio natural que tienen estos complejos sistemas, lo que se traduce en un cambio en el comportamiento de los suelos. Lo que ocurre es que las sustancias nocivas que se acumulan se vuelven tóxicas para los organismos que allí habitan. Esta degradación química puede ocasionar  la pérdida parcial o incluso total de la productividad del suelo.
  • Muchas son las consecuencias negativas de la contaminación de los suelos. Entre ellas podemos mencionar graves riesgos para la salud humana, tanto sea de forma directa o indirectamente -dado que los contaminantes del suelo al entrar en contacto con fuentes de agua potable también la pueden contaminar.
  • Para poder llevar a cabo un buen estudio de contaminación del suelo, se deben definir los máximos niveles admisibles de contaminantes, y analizar factores que puedan influir en la respuesta del suelo a estos agentes. Por lo que no sólo basta con detectar la presencia de suelo contaminado.
  • Una vez que se han delimitado las zonas contaminadas se puede proceder a la limpieza del área. Pero esto no constituye una verdadera solución, ya que -por supuesto- los efectos de la contaminación pueden haber afectado para entonces tanto a los animales y plantas del lugar, como a la salud de los pobladores y a la calidad productiva del suelo. Además las tareas de limpieza insumen mucho tiempo y dinero, y usualmente no pueden ser afrontadas por las comunidades afectadas.





Efectos negativos de la contaminación del suelo



suelo contaminado



  • La contaminación del suelo afecta a la flora, a las plantas y los árboles. La contaminación del suelo provoca una disminución en la variedad de especies, dificulta su supervivencia y, por ende, incide enormemente en el ecosistema vegetal de la zona contaminada.
  • Lo mismo sucede con la fauna. En la naturaleza todo está íntimamente relacionado y, de la misma manera que la contaminación del suelo afecta a las plantas, también repercute en los animales. Las especies de animales herbívoros pueden no tener plantas de las que alimentarse; además, el suelo contaminado aumenta enormemente el riesgo para los animales de caer víctimas de una intoxicación.
  • La contaminación del suelo, al igual que la contaminación del agua, provoca un gran impacto en el paisaje. ¿A quién le gusta ver una extensión de terreno natural lleno de basura y de sustancias contaminantes?


basura en el suelo



  • La contaminación del suelo también provoca una disminución en la calidad del suelo colindante, lo que lo convierte en suelo poco útil para las actividades agrícolas. Un suelo contaminado no solo imposibilita las actividades agrícolas sobre ese mismo terreno, sino que disminuye la calidad de las tierras adyacentes.
  • De la misma manera que la contaminación del suelo es perjudicial para la agricultura, también lo es para la ganadería, puesto que los animales no tendrán pastos de calidad para alimentarse. La contaminación del suelo no afecta solo a la tierra sobre la que pisamos. Todas esas sustancias que contaminan el suelo también tienen contaminan el aire, emitiendo gases contaminantes que afectan a la salud de animales, plantas y personas, y repercuten negativamente en la capa de ozono y acelerando el efecto invernadero.
  • Por otro lado, esta contaminación del suelo no solo contamina el aire, sino que también es susceptible de afectar negativamente a las aguas cercanas, tanto a las aguas superficiales como a las aguas subterráneas.



CUIDADO


Cuando el hombre se dedicó a la agricultura contó con un recurso natural imprescindible que nunca le puso precio: El suelo. Esa delgada capa que separa la corteza terrestre del paisaje, dejó de ser ilimitado manto de fertilidad para convertirse en un recurso natural que se agota. Formar un suelo demora muchas generaciones... destruirlo demora una generación o menos.




En agricultura, la gran amenaza son las plagas, y en el intento por controlarlas se han utilizado distintos productos químicos. Son los llamados plaguicidas y que representan también el principal contaminante en este ámbito, ya que no sólo afecta a los suelos sino también, además de afectar a la plaga, incide sobre otras especies. Esto se traduce en un desequilibrio, y en contaminación de los alimentos y de los animales. 
La población mundial ha crecido en forma abismante en estos últimos 40 a 50 años. Este aumento demográfico exige al hombre un gran desafío en relación con los recursos alimenticios, lo cual implica una utilización más intensiva de los suelos, con el fin de obtener un mayor rendimiento agrícola.






En muchos suelos del mundo se presentan deficiencias de nutrientes, entre ellos el cobre; en los humanos, la falta de este elemento produce anemia y ha sido asociada con enfermedades cardiovasculares y con el metabolismo del colesterol. También el cáncer ha sido asociado con desequilibrios en la nutrición del hombre. Estamos acostumbrados a considerar a la tierra como algo muerto, donde podemos colocar, acumular o tirar cualquier producto sólido o liquido que ya no nos es de utilidad o que sabemos que es tóxico.




Cuando en el suelo depositamos de forma voluntaria o accidental diversos productos como papel, vidrio, plástico, materia orgánica, materia fecal, solventes, plaguicidas, residuos peligrosos o sustancias radioactivas, ésta permanece en un mismo lugar durante mucho tiempo, parte de la basura orgánica, residuos de alimentos como cascaras de fruta, pedazos de tortilla, entre otras sustancias, esta se fermenta, además de dar origen a mal olor y gases tóxicos, al filtrarse a través del suelo en especial cuando éste es permeable, deja pasar los líquidos contaminando con hongos, bacteria, y otros microorganismos patógenos, no sólo ese suelo, sino también las aguas superficiales y las subterráneas que están en contacto con él, interrumpiendo los ciclos biogeoquímicos y contaminado las cadenas alimentarias.
La mayoría de los procesos de pérdida y degradación del suelo son originados por la falta de planificación y el descuido de los seres humanos. Las causas más comunes de dichos procesos son:



Erosión: La erosión corresponde al arrastre de las partículas y las formas de vida que conforman el suelo por medio del agua y el aire. Generalmente esto se produce por la intervención humana debido a las malas técnicas de riego como la inundación o riego en pendiente y la extracción descuidada y a destajo de la cubierta vegetal como el sobrepastoreo, la tala indiscriminada y la quema de la vegetación.







Contaminación: La contaminación de los suelos se produce por la depositación de sustancias químicas y basuras. Las primeras pueden ser de tipo industrial o domésticas, ya sea a través de residuos líquidos, como las aguas servidas de las viviendas, o por contaminación atmósferica.








Compactación: La compactación es generada por el paso de animales, personas o vehículos, lo que hace desaparecer las pequeñas cavernas o poros donde existe abundante microfauna y microflora.






Expansión urbana: El crecimiento horizontal de las ciudades es uno de los factores más importantes en la pérdida de suelos. La construcción en altura es una de las alternativas para reducir el daño.






La política mundial de suelos señala metas para promover la ciencia del suelo y su aplicación al estudio, vigilancia, conservación, rehabilitación y manejo de las tierras arables del planeta. Para este fin se plantea la creación de una conciencia mundial de la difusión de la ciencias y la tecnología del suelo, porque la batalla del suelo debe ganarse en la mente del hombre.






El día en que los agricultores del mundo comprendan que el valor real de sus tierras depende de los pocos centímetros de capa vegetal que las cubre; el día en que los legisladores y hombres de gobierno se convenzan de que la economía nacional se sustenta en el suelo, del cual dependen la contextura, la salud y el bienestar del pueblo. Sólo ese día se podrá imponer una política de suelos, ya que en ellos se apoya una clase agrícola próspera, capaz de proveer alimentos, promover exportaciones y ofrecer mercado de consumo a la industria.


EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE (SUELO)


Los suelos permiten que las formaciones vegetales naturales y los cultivos se fijen con sus raíces y así busquen los nutrientes y la humedad que requieren para vivir.
El suelo es un recurso fundamental para nuestra supervivencia.


A continucaion,algunas acciones que puedan ayudar.



  • rotando los cultivos 
  • cuidando la cubierta vegetal
  • protegiendo la biodiversidad
  • aportándose materia orgánica
  • parando en forma perpendicular a la pendiente.